Ismael Serrano iba para fÃsico de laboratorio. Pero entró de cabeza en el panorama musical exigiendo explicaciones a los protagonistas de mayo del 68 con Papá, cuéntame otra vez. El viernes 24 (21.00) regresa al Pilar Bardem para presentar su último trabajo, Acuérdate de vivir. Entradas, aquÃ: 20 euros.
Entrevista: Emilio Silva / Foto: Jesús Pérez
Este cantante madrileño que iba para fÃsico de laboratorio entró de cabeza en el panorama musical exigiendo explicaciones a los protagonistas de mayo del 68 que protagonizaron en Francia un big bang juvenil. Ismael Serrano (Madrid, 1974) les reprochaba, a esos estudiantes con pantalones de campana que estaban gobernando el mundo a finales de los noventa, lo poco que se parecÃan sus polÃticas a los ideales que les hicieron levantar adoquines para buscar playas, tan sólo tres décadas atrás. Con ese cuño generacional inició su carrera musical y fueron muchos y muchas los que se identificaron con esa mirada, con ese sentir crÃtico hacia la realidad de un mundo gobernado por los grandes intereses financieros.
Su primer disco, editado en 1997, atrapó en azul a miles de seguidores que desde entonces han encontrado en su sensibilidad y su compromiso un claro referente. Su música voló muy lejos del barrio de Vallecas, en el que dio sus primeros pasos. Y se convirtió en América Latina en una de las voces de referencia, especialmente en Argentina donde para amplios sectores sociales puede considerarse un icono musical.
Hace unos meses puso en circulación su último trabajo: "Acuérdate de vivir". Entre sus temas recoge los ecos de la crisis, una de sus principales preocupaciones. Canta a quienes han visto golpeada su vida por ella, a quienes se ven arrastrados por sus circunstancias sin poder convertir su destino en algo mejor. Contesta a esta entrevista telefónica desde Buenos Aires, justo después de que sus seguidores en la capital argentina llenaran durante tres dÃas consecutivos uno de los principales teatros de la ciudad. Por eso cuando dice aquÃ, quiere decir allà y cuando dice allÃ, quiere decir aquÃ.
El próximo viernes 24 de septiembre aterrizará en el Auditorio Pilar Bardem para traer a Rivas su música, sus inquietudes y su compromiso con una realidad a la que intenta convencer de que deberÃa cambiar y portarse mejor.
¿Qué está haciendo en Argentina?
Vine aquà para varias cosas. Por un lado para rodar mi segundo largometraje, una pelÃcula independiente, basada en un guión que escribimos a tres manos el director, otra chica y yo. Y también he puesto en marcha la gira en la que voy a estar en varias ciudades de Argentina, Chile y Uruguay.
En esa pelÃcula además de guionista hace más cosas.
Pues actúo como también lo hice en la primera que se titulaba "El hombre que corrÃa tras el viento" y que todavÃa no hemos conseguido que pueda verse en España. Es cine independiente, de una productora pequeñita y habiéndose rodado en Argentina fue difÃcil estrenarla aquÃ, hasta que nos hicimos un hueco. Y en cuanto a la posibilidad de distribuirlo fuera por ejemplo en España, es muy difÃcil si no se ha hecho como coproducción. Ahora estamos realizando gestiones para sacarla en DVD y quizá poder estar en algunos festivales que es otra forma de entrar en las salas. La pelÃcula que estoy haciendo ahora se titula "Luna en Leo".
Es muy polifacético: este verano ha escrito una columna diaria en el periódico "Público": ¿cómo es la experiencia?
HabÃa tenido la experiencia de una columna semanal en el desaparecido "Diario 16", pero ahora es un reto diario y me gusta, es una forma de disciplinarme y de estar muy atento a todo. Estoy tratando de reflejar mi visión de lo que ocurre en esta parte del mundo a la que he viajado sucesivamente desde hace trece años. Es una responsabilidad que a veces resulta complicada porque en ocasiones tengo que escribir las columnas a las tantas de la noche, después de los conciertos, y como es una gira muy intensa a veces me cuesta.
Los cantautores tienen una forma de mirar de frente a la realidad. ¿Cómo afecta a su música todo lo que está sucediendo con la crisis económica?
Evidentemente es algo que afecta al ánimo que en mi caso está directamente relacionado con mi música. Por eso, el último disco ("Acuérdate de vivir") tiene algo de balance, de reflexión. Y de hecho, el primer single que hemos sacado se titula "PodrÃa ser" y es la historia de un hombre al que la crisis ha expulsado del mercado de trabajo y ha precarizado su vida, como les ha ocurrido a cientos de miles de personas.
¿Se puede aprender algo de un momento difÃcil como éste?
Las crisis son a la vez oportunidades y la que estamos sufriendo deberÃa servir para reflexionar acerca del estado de las cosas y en especial del modelo económico. En este oficio se nota bastante, muchos músicos o bandas tienen la mayorÃa de sus oportunidades en la programación cultural de los municipios y con el enfriamiento de la economÃa también padecemos esos recortes y tenemos que correr más riesgos. Eso cambia un poco el modelo y si tienes la posibilidad produces tu espectáculo y haces cosas con tus medios que antes eran apoyadas o de riesgo compartido. Se nota también en la venta de entradas.
Con respecto a la respuesta polÃtica que se ha dado, ¿cómo la valora?
DestacarÃa el hecho de que Zapatero estuvo durante mucho tiempo diciendo que en ningún caso harÃa lo que precisamente ha terminado haciendo. Ante un ajuste que se considera estructural se deberÃa haber atacado a las causas pero finalmente ha optado por la solución habitual; recortar los gastos sociales, bajarles el sueldo a los funcionarios,... Es lamentable tener la sensación de que pagan siempre los mismos, los que sostienen la sociedad sobre sus hombros. Se explica a bombo y platillo que era una crisis del sistema financiero, que habÃa que regularizarlo y uno supone que a quienes habrÃa que exigir responsabilidades es a ese sector y hacia ellos deberÃan ir dirigidas las medidas polÃticas. Tampoco conozco ni entiendo que una reforma laboral que flexibilice el despido sea presentada como un motor para el empleo. Quienes escriben los manuales de las polÃticas neoliberales dicen qué es lo que hay que hacer, pero ¿para beneficiar a quién?
¿La respuesta a la crisis es una forma de conocer el sistema en el que estamos inmersos, de interpretarlo a través de su modo de reaccionar?
Creo que es una triste demostración de que vivimos en un lamentable déficit democrático, porque la sensación que te queda cuando ves la gestión que se está llevando a cabo es que un Gobierno no tiene la capacidad de imponer o poner en marcha un modelo diferente, independiente. Parece que al final hay que aceptar el chantaje de todo el sistema y desde fuera se dice lo que hay que hacer sin que pueda participar en esa decisión trascendental la ciudadanÃa. El resultado es la imposibilidad de impulsar un modelo alternativo.
¿Qué ocurrirá con la huelga general del 29 de septiembre?
Pues yo ya estaré allà y espero hacerla. Creo que es muy importante porque precisamente es la oportunidad para que la ciudadanÃa recupere el protagonismo polÃtico que se le ha arrebatado y llamar la atención sobre ese déficit del que hablaba antes. Y es el momento de exigir valentÃa a los gobernantes para que los ajustes no los padezcan los que nada tienen que ver con el origen de la crisis.
Está en un paÃs donde ahora mismo se juzga a un dictador y llegas desde un paÃs que está juzgando al juez que trató de investigar los crÃmenes de la dictadura franquista. ¿Cómo ve esas dos situaciones?
Precisamente ayer estuve con las Abuelas de Plaza de Mayo, apoyando su candidatura para el Premio Nobel de La Paz. Uno de los miembros del consejo de notables que la impulsan es el juez Baltasar Garzón, que en estos dÃas ha estado por aquà para asistir al juicio contra el dictador Videla. Y las abuelas están consternadas por la situación de Garzón. Los españoles solemos mirar con un cierto paternalismo los procesos que se viven en Latinoamérica y en este caso es evidente que deberÃamos aprender de Argentina muchas cosas relacionadas con los derechos humanos. Sin ningún drama exigen que se juzguen los crÃmenes cometidos durante su dictadura. En España aplaudió mucha gente cuando Garzón retuvo a Pinochet en Londres, aplicando los principios de justicia universal y cuando se intenta hacer con los crÃmenes de la dictadura franquista ocurre que se juzga a Garzón y ese es el sÃntoma de un atraso. Tenemos una judicatura que en parte no ha hecho la transición y a veces se usa el poder judicial como escenario de rivalidades personales.
Existe la idea de que juzgar a los responsables de una dictadura genera inestabilidad polÃtica: ¿pasa eso en Argentina?
Los juicios que se están llevando a cabo a los responsables de la dictadura se están viviendo con total normalidad y no existe ninguna fractura social. Hay que tener en cuenta que en España hay polÃticos como Mayor Oreja que se atreven a declarar públicamente que la dictadura franquista era una época plácida. Eso es impensable aquà o que en Alemania alguien lo dijera sobre el nazismo.
El 24 de septiembre viene a cantar a Rivas, una ciudad en la que ya ha actuado en otras ocasiones. ¿Qué sabe de ella?
Rivas es una referencia en Madrid, una ciudad con mucha iniciativa en el terreno cultural, en el ámbito de las polÃticas sociales, especialmente en proyectos de solidaridad. He actuado varias veces y estuve en el homenaje Recuperando Memoria, que fue para mà una experiencia inolvidable. La última vez canté en el concierto de apoyo Aminetu Haidar, la defensora de los derechos humanos saharaui. Además tengo muchos amigos que viven por allà y es una ciudad en la que hay muchos músicos.
Ismael Serrano iba para fÃsico de laboratorio. Pero entró de cabeza en el panorama musical exigiendo explicaciones a los protagonistas de mayo del 68 con Papá, cuéntame otra vez. El viernes 24 (21.00) regresa al Pilar Bardem para presentar su último trabajo, Acuérdate de vivir. Entradas, aquÃ: 20 euros.
Entrevista: Emilio Silva / Foto: Jesús Pérez
Este cantante madrileño que iba para fÃsico de laboratorio entró de cabeza en el panorama musical exigiendo explicaciones a los protagonistas de mayo del 68 que protagonizaron en Francia un big bang juvenil. Ismael Serrano (Madrid, 1974) les reprochaba, a esos estudiantes con pantalones de campana que estaban gobernando el mundo a finales de los noventa, lo poco que se parecÃan sus polÃticas a los ideales que les hicieron levantar adoquines para buscar playas, tan sólo tres décadas atrás. Con ese cuño generacional inició su carrera musical y fueron muchos y muchas los que se identificaron con esa mirada, con ese sentir crÃtico hacia la realidad de un mundo gobernado por los grandes intereses financieros.
Su primer disco, editado en 1997, atrapó en azul a miles de seguidores que desde entonces han encontrado en su sensibilidad y su compromiso un claro referente. Su música voló muy lejos del barrio de Vallecas, en el que dio sus primeros pasos. Y se convirtió en América Latina en una de las voces de referencia, especialmente en Argentina donde para amplios sectores sociales puede considerarse un icono musical.
Hace unos meses puso en circulación su último trabajo: "Acuérdate de vivir". Entre sus temas recoge los ecos de la crisis, una de sus principales preocupaciones. Canta a quienes han visto golpeada su vida por ella, a quienes se ven arrastrados por sus circunstancias sin poder convertir su destino en algo mejor. Contesta a esta entrevista telefónica desde Buenos Aires, justo después de que sus seguidores en la capital argentina llenaran durante tres dÃas consecutivos uno de los principales teatros de la ciudad. Por eso cuando dice aquÃ, quiere decir allà y cuando dice allÃ, quiere decir aquÃ.
El próximo viernes 24 de septiembre aterrizará en el Auditorio Pilar Bardem para traer a Rivas su música, sus inquietudes y su compromiso con una realidad a la que intenta convencer de que deberÃa cambiar y portarse mejor.
¿Qué está haciendo en Argentina?
Vine aquà para varias cosas. Por un lado para rodar mi segundo largometraje, una pelÃcula independiente, basada en un guión que escribimos a tres manos el director, otra chica y yo. Y también he puesto en marcha la gira en la que voy a estar en varias ciudades de Argentina, Chile y Uruguay.
En esa pelÃcula además de guionista hace más cosas.
Pues actúo como también lo hice en la primera que se titulaba "El hombre que corrÃa tras el viento" y que todavÃa no hemos conseguido que pueda verse en España. Es cine independiente, de una productora pequeñita y habiéndose rodado en Argentina fue difÃcil estrenarla aquÃ, hasta que nos hicimos un hueco. Y en cuanto a la posibilidad de distribuirlo fuera por ejemplo en España, es muy difÃcil si no se ha hecho como coproducción. Ahora estamos realizando gestiones para sacarla en DVD y quizá poder estar en algunos festivales que es otra forma de entrar en las salas. La pelÃcula que estoy haciendo ahora se titula "Luna en Leo".
Es muy polifacético: este verano ha escrito una columna diaria en el periódico "Público": ¿cómo es la experiencia?
HabÃa tenido la experiencia de una columna semanal en el desaparecido "Diario 16", pero ahora es un reto diario y me gusta, es una forma de disciplinarme y de estar muy atento a todo. Estoy tratando de reflejar mi visión de lo que ocurre en esta parte del mundo a la que he viajado sucesivamente desde hace trece años. Es una responsabilidad que a veces resulta complicada porque en ocasiones tengo que escribir las columnas a las tantas de la noche, después de los conciertos, y como es una gira muy intensa a veces me cuesta.
Los cantautores tienen una forma de mirar de frente a la realidad. ¿Cómo afecta a su música todo lo que está sucediendo con la crisis económica?
Evidentemente es algo que afecta al ánimo que en mi caso está directamente relacionado con mi música. Por eso, el último disco ("Acuérdate de vivir") tiene algo de balance, de reflexión. Y de hecho, el primer single que hemos sacado se titula "PodrÃa ser" y es la historia de un hombre al que la crisis ha expulsado del mercado de trabajo y ha precarizado su vida, como les ha ocurrido a cientos de miles de personas.
¿Se puede aprender algo de un momento difÃcil como éste?
Las crisis son a la vez oportunidades y la que estamos sufriendo deberÃa servir para reflexionar acerca del estado de las cosas y en especial del modelo económico. En este oficio se nota bastante, muchos músicos o bandas tienen la mayorÃa de sus oportunidades en la programación cultural de los municipios y con el enfriamiento de la economÃa también padecemos esos recortes y tenemos que correr más riesgos. Eso cambia un poco el modelo y si tienes la posibilidad produces tu espectáculo y haces cosas con tus medios que antes eran apoyadas o de riesgo compartido. Se nota también en la venta de entradas.
Con respecto a la respuesta polÃtica que se ha dado, ¿cómo la valora?
DestacarÃa el hecho de que Zapatero estuvo durante mucho tiempo diciendo que en ningún caso harÃa lo que precisamente ha terminado haciendo. Ante un ajuste que se considera estructural se deberÃa haber atacado a las causas pero finalmente ha optado por la solución habitual; recortar los gastos sociales, bajarles el sueldo a los funcionarios,... Es lamentable tener la sensación de que pagan siempre los mismos, los que sostienen la sociedad sobre sus hombros. Se explica a bombo y platillo que era una crisis del sistema financiero, que habÃa que regularizarlo y uno supone que a quienes habrÃa que exigir responsabilidades es a ese sector y hacia ellos deberÃan ir dirigidas las medidas polÃticas. Tampoco conozco ni entiendo que una reforma laboral que flexibilice el despido sea presentada como un motor para el empleo. Quienes escriben los manuales de las polÃticas neoliberales dicen qué es lo que hay que hacer, pero ¿para beneficiar a quién?
¿La respuesta a la crisis es una forma de conocer el sistema en el que estamos inmersos, de interpretarlo a través de su modo de reaccionar?
Creo que es una triste demostración de que vivimos en un lamentable déficit democrático, porque la sensación que te queda cuando ves la gestión que se está llevando a cabo es que un Gobierno no tiene la capacidad de imponer o poner en marcha un modelo diferente, independiente. Parece que al final hay que aceptar el chantaje de todo el sistema y desde fuera se dice lo que hay que hacer sin que pueda participar en esa decisión trascendental la ciudadanÃa. El resultado es la imposibilidad de impulsar un modelo alternativo.
¿Qué ocurrirá con la huelga general del 29 de septiembre?
Pues yo ya estaré allà y espero hacerla. Creo que es muy importante porque precisamente es la oportunidad para que la ciudadanÃa recupere el protagonismo polÃtico que se le ha arrebatado y llamar la atención sobre ese déficit del que hablaba antes. Y es el momento de exigir valentÃa a los gobernantes para que los ajustes no los padezcan los que nada tienen que ver con el origen de la crisis.
Está en un paÃs donde ahora mismo se juzga a un dictador y llegas desde un paÃs que está juzgando al juez que trató de investigar los crÃmenes de la dictadura franquista. ¿Cómo ve esas dos situaciones?
Precisamente ayer estuve con las Abuelas de Plaza de Mayo, apoyando su candidatura para el Premio Nobel de La Paz. Uno de los miembros del consejo de notables que la impulsan es el juez Baltasar Garzón, que en estos dÃas ha estado por aquà para asistir al juicio contra el dictador Videla. Y las abuelas están consternadas por la situación de Garzón. Los españoles solemos mirar con un cierto paternalismo los procesos que se viven en Latinoamérica y en este caso es evidente que deberÃamos aprender de Argentina muchas cosas relacionadas con los derechos humanos. Sin ningún drama exigen que se juzguen los crÃmenes cometidos durante su dictadura. En España aplaudió mucha gente cuando Garzón retuvo a Pinochet en Londres, aplicando los principios de justicia universal y cuando se intenta hacer con los crÃmenes de la dictadura franquista ocurre que se juzga a Garzón y ese es el sÃntoma de un atraso. Tenemos una judicatura que en parte no ha hecho la transición y a veces se usa el poder judicial como escenario de rivalidades personales.
Existe la idea de que juzgar a los responsables de una dictadura genera inestabilidad polÃtica: ¿pasa eso en Argentina?
Los juicios que se están llevando a cabo a los responsables de la dictadura se están viviendo con total normalidad y no existe ninguna fractura social. Hay que tener en cuenta que en España hay polÃticos como Mayor Oreja que se atreven a declarar públicamente que la dictadura franquista era una época plácida. Eso es impensable aquà o que en Alemania alguien lo dijera sobre el nazismo.
El 24 de septiembre viene a cantar a Rivas, una ciudad en la que ya ha actuado en otras ocasiones. ¿Qué sabe de ella?
Rivas es una referencia en Madrid, una ciudad con mucha iniciativa en el terreno cultural, en el ámbito de las polÃticas sociales, especialmente en proyectos de solidaridad. He actuado varias veces y estuve en el homenaje Recuperando Memoria, que fue para mà una experiencia inolvidable. La última vez canté en el concierto de apoyo Aminetu Haidar, la defensora de los derechos humanos saharaui. Además tengo muchos amigos que viven por allà y es una ciudad en la que hay muchos músicos.