El III Foro Social Mundial de las Migraciones ha finalizado, hoy 14 de septiembre, con una multitudinaria manifestación en la que se ha reivindicado el fin de los muros que impiden el ejercicio de los derechos de los migrantes. En dicha marcha, que discurrió entre Legazpi y Atocha a las 12 del mediodÃa, ha estado presente una representación de las principales fuerzas sindicales, partidos polÃticos de izquierdas, de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAV), asà como de asociaciones de migrantes y de derechos humanos.
Cerca de cinco mil personas han coreado lemas para exigir el fin de los muros que impiden el ejercicio de los derechos de los migrantes. En dicha marcha, que discurrió entre Legazpi y Atocha a las 12 del mediodÃa en medio de un ambiente festivo y reivindicativo, ha estado presente una representación de las principales fuerzas sindicales, partidos polÃticos de izquierdas, de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAV), asà como de asociaciones de migrantes y de derechos humanos. Sosteniendo la pancarta que la encabezaba han estado los miembros del Comité Internacional del FSMM, asà como el secretario general y el presidente de CEAR, y el alcalde de Rivas Vaciamadrid, ciudad que ha acogido un acontecimiento de gran repercusión social.
Los manifestantes han atravesado un muro de tela, situado a la entrada de la Plaza de Carlos V, como sÃmbolo de la necesidad que urge hoy en dÃa de derribar las barreras fÃsicas, legales y psicológicas con los que se impide a las personas migrantes acceder a los paÃses ricos.
Al final del acto la portavoz de organización boliviana y un representante de un colectivo de inmigrantes de Senegal han leÃdo el manifiesto con el que la Asamblea de Movimientos trató de resumir ayer el espÃritu del Foro Social Mundial de las Migraciones que volverá a celebrarse en Quito (Ecuador) dentro de dos años.
Segunda Declaración de Rivas
Asamblea de los Movimientos Sociales
Reunida durante el III Foro Social Mundial de las MigracionesHoy, cuando conmemoramos los sesenta años de la Nakba palestina, los 20 años del inicio de las muertes en el Estrecho de Gibraltar, los 35 años del golpe militar contra el gobierno democrático de Salvador Allende; cuando esa misma legitimidad está gravemente amenazada en Bolivia y convoca nuestra conciencia y solidaridad, y cuando celebramos los 60 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, nosotros, mujeres y hombres que somos parte de más de dos mil movimientos y organizaciones sociales de noventa paÃses del planeta, nos reunimos en Rivas Vaciamadrid (España), del 11 al 14 de septiembre de 2008, bajo el lema
NUESTRAS VOCES, NUESTROS DERECHOS, POR UN MUNDO SIN MUROS
Nuestras Voces
Somos personas y organizaciones de migrantes, desplazados/as y refugiados/as; vÃctimas del tráfico de seres humanos y la trata; somos también movimientos y organizaciones sociales trabajando junto a ellos; somos sujetos individuales y colectivos que, preocupados por el hecho migratorio comprendido en su integralidad, nos hemos ocupado de desarrollar acciones comprometidas con la transformación radical de las condiciones en las que los seres humanos se han visto obligados a migrar, desplazarse o refugiarse .
Nosotras, las personas migrantes, desplazadas y refugiadas y nuestras organizaciones, nos constituimos en un nuevo sujeto polÃtico y en una fuerza social mundial que se consolida en este III Foro Social Mundial de las Migraciones. Por todo lo anterior y con legÃtimo derecho, levantamos nuestras voces para decir:
No al creciente deterioro de las condiciones de vida que impacta a la mayorÃa de las personas del planeta, en el norte como en el sur global y que impacta de manera especial a las personas migrantes, refugiadas y desplazadas de los diferentes continentes, y muy especialmente las de los pueblos palestino, saharaui, colombiano, sudanés e iraquà y a las polÃticas cómplices de Estados Unidos, Europa y España en particular.
No a las migraciones forzadas de los pueblos indÃgenas como resultado de la expropiación de sus tierras y de los megaproyectos agroindustriales, que traen como consecuencia el desarraigo y la destrucción de sus culturas.
No a las diferentes manifestaciones de racismo en contra de las personas y comunidades migrantes en todos los continentes y particularmente, en contra de las personas de Africa Negra y la comunidad latina en los Estados Unidos
No a la reproducción y el fortalecimiento de un sistema patriarcal que, en el contexto de la feminización de las migraciones, profundiza aun más la asimetrÃa de género ya existentes, y se traduce en la continuidad de la ubicación de la mujer en trabajos relacionados al ámbito privado y al cuidado de otros, en condiciones de esclavitud.
No a los proyectos que estigmatizan, segmentan y excluyen a las personas migrantes y sus familias y deterioran el tejido social comunitario y organizativo. Rechazamos la pretensión de transformar las remesas en sustituto de polÃticas estatales de desarrollo en los paÃses de origen y en refuerzo al circuito financiero del capital, ampliando aún más las históricas asimetrÃas sociales, polÃticas, económicas y culturales.
No al discurso mediático convencional que desde los estereotipos, refuerza la criminalización y la victimización de las personas migrantes como discurso hegemónico; a la xenofobia, la discriminación y el racismo que se propaga desde ellos y que acrecienta esas conductas y prácticas en las sociedades y paÃses de tránsito y destino de personas migrantes.
No a la globalización capitalista, neoliberal, concentradora y excluyente, depredadora del ser humano y de la naturaleza y que en su conjunto representa la causa fundamental de las migraciones contemporáneas.
Nuestros Derechos
Somos sujetos que nos hacemos cargo de procesos; analizamos e interpretamos la compleja realidad del hecho migratorio, desde el lugar del ser humano, su dignidad y la integralidad de nuestros derechos humanos; imaginamos y ponemos en marcha iniciativas múltiples y diversas y apostamos por nuestro protagonismo histórico, por la construcción de otra realidad:
En las condiciones actuales del capitalismo mundial, las personas migrantes somos una muestra evidente de las desigualdades económicas y sociales entre los paÃses y dentro de los paÃses. Situación que se profundiza por la sincronÃa de una crisis mundial, multidimensional: económica, ambiental, alimentaria y energética.
La construcción de muros geográficos, polÃticos, legales y culturales, como la directiva europea de "la vergüenza", y otras leyes públicas y disposiciones oficiales similares, son una estrategia criminalizante que, en aras de la mayor rentabilidad del capital internacional, elimina todos los derechos humanos. Para ello se recurre, además, a la externalización de fronteras, la internalización mental a través de la persecución, el hostigamiento y las deportaciones; las detenciones arbitrarias, la impunidad policial fronteriza y los centros de internamiento, donde la violación de los derechos humanos es cotidiana
Insistimos en que los acuerdos laborales bilaterales y regionales inspirados en el modelo filipino de programas temporales de trabajadores huésped que, al impedir el arraigo, anula cualquier posibilidad de reivindicar sus derechos, propiciando la sobreexplotación y deshumanización de las personas trabajadoras, cumplan plenamente con las obligaciones establecidas en los convenios 97 y 143 de la OIT; sin lo cual se profundiza el deterioro integral del Trabajo Humano, con pérdida de su valor salarial, social y jurÃdico, convirtiendo a las personas migrantes en mercancÃas.
Afirmamos la necesidad de defender, reivindicar, extender, frente al trabajo forzado, esclavo y precario, el trabajo digno para una vida digna, que integre libertad, igualdad de trato y contraprestaciones negociadas adecuadas para todas las personas trabajadoras.
Valoramos las iniciativas de economÃa solidaria que fortalecen el tejido asociativo y contribuyen a procesos de economÃa social y desarrollo integral de las personas. Rechazamos su utilización como instrumento para negar el derecho a migrar.
Promovemos la ciudadanÃa universal y ratificamos el derecho de las personas a la libre movilidad como establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por un mundo sin muros
Un mundo sin muros es una condición esencial para construir otro mundo posible; el cumplimiento pleno de los artÃculos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos es una exigencia y nos compromete a continuar en nuestra lucha por los derechos de todas las personas migrantes.
Por ello exigimos:
la firma, ratificación y puesta en práctica de la Convención Internacional sobre los Derechos Humanos de los Trabajadores Migratorios y sus Familias por parte de los Estados que no lo han hecho. Saludamos a los Estados que la han ratificado y demandamos adecuen su marco normativo nacional a las exigencias de la Convención. Saludamos el compromiso por parte de los gobiernos municipales iniciado por el gobierno de Rivas Vaciamadrid de trabajar en la campaña a favor de la ratificación.
el establecimiento de un mandato o procedimiento especial dentro del sistema de la ONU para suplir los vacÃos en los instrumentos existentes de protección de las personas migrantes, CMW (Comité de Trabajadores Migratorios), relator especial, ACNUR y el representante especial para las personas desplazadas internas.
la derogación de la directiva de retorno de la UE, asà como de todos los instrumentos legales que permiten la detención de migrantes en el mundo; el desmantelamiento del Frontex y de todos los dispositivos policiales y militares que securitizan las polÃticas migratorias y la fiscalización por parte de organizaciones sociales de los centros de internamiento, hasta su cierre definitivo.
que las fronteras del mundo dejen de ser espacios de impunidad en los que las personas migrantes son objeto de todo tipo de violaciones, crÃmenes y obligados a asumir riesgos que ponen en peligro su vida. Demandamos que los paÃses de origen, tránsito y destino, asuman su responsabilidad para revertir esta situación.
la regularización de todas las personas migrantes sin papeles en todo el mundo.
el reconocimiento de otras formas de persecución y la ampliación jurÃdica de las causas que se reconocen como asilo, refugio y trata de personas, garantizando que las solicitudes y los procedimientos cumplan con todo lo que prevé la ley y centren los derechos humanos de estos colectivos. Igualmente, demandamos el cumplimiento de las condiciones que el Derecho Internacional exige para el retorno de los refugiados.
la denuncia de todos aquellos convenios de expulsión, generalmente impuestos a los Estados de origen o tránsito, que a menudo conllevan graves violaciones de los derechos, ruptura familiar, represalias de las autoridades del paÃs de origen y un grave desarraigo de las personas migrantes.
la anulación de los acuerdos y claúsulas de re-admisión y el cese de toda negociación de acuerdos de este tipo entre la Unión Europea y los paÃses terceros y entre los paÃses terceros.
la promoción de las personas y comunidades migrantes para que se organicen, se rebelen, denuncien toda forma de dominación y explotación y hagan valer sus derechos, fortaleciendo sus organizaciones y las redes de apoyo mutuo.
el cumplimiento de la legislación internacional que garantiza la protección adecuada de los niños y niñas que son parte importante de los flujos migratorios internacionales.
la incorporación en nuestras luchas de la reivindicación de una justicia medio ambiental y el reconocimiento y protección jurÃdica de los refugiados que provoca el cambio climático y la destrucción del medio ambiente, urgiendo un nuevo orden mundial que promueva la dignidad humana de todas las personas, en sintonÃa con las potencialidades de nuestro planeta tierra.
la aplicación de polÃticas encaminadas a garantizar la igualdad de oportunidades profundizando mecanismos de inclusión que no dependan de la situación administrativa de las personas migrantes; de polÃticas que integren, en los servicios públicos, la diversidad cultural de las personas migrantes en los servicios públicos; de polÃticas a largo plazo para la integración de los jóvenes y para el avance en la equiparación de derechos para los colectivos migrantes de LGTB y sus familias.
el derecho al voto en el ámbito municipal y la participación activa en la definición de los planes locales de desarrollo y el respeto a la autonomÃa de las organizaciones y movimientos sociales, de tal manera que el ejercicio pleno de la ciudadanÃa de las personas migrantes sea efectivo.
la participación polÃtica del migrante para incidir, tanto en la polÃtica interna como en la polÃtica externa, de un paÃs de llegada, a favor de su paÃs de origen, visibilizando los beneficios que las personas migrantes traen, constituyéndose en sujetos activos.
la continuación del proceso de redacción colectiva de la Carta de los Migrantes asà como la de todos aquellos procesos e iniciativas que signifiquen el fortalecimiento de la defensa de los derechos de las personas migrantes.
la multiplicación y fortalecimiento de medios de comunicación democráticos, incluyentes que, desde las voces de las personas y comunidades migrantes, reflejen adecuadamente la complejidad de la migración.
Queremos recuperar la dimensión del sujeto humano, de la dignidad humana evitando que la lógica mercantil afecte nuestra relación como movimientos sociales. Asumir que nuestra identidad como migrantes, refugiados y desplazados no niega nuestras otras múltiples identidades y luchas.
Migrar no es un delito, delito son las causas que originan las migración. Levantemos nuestras voces, defendamos nuestros derechos, luchemos juntos por construir un mundo sin muros.
El III Foro Social Mundial de las Migraciones ha finalizado, hoy 14 de septiembre, con una multitudinaria manifestación en la que se ha reivindicado el fin de los muros que impiden el ejercicio de los derechos de los migrantes. En dicha marcha, que discurrió entre Legazpi y Atocha a las 12 del mediodÃa, ha estado presente una representación de las principales fuerzas sindicales, partidos polÃticos de izquierdas, de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAV), asà como de asociaciones de migrantes y de derechos humanos.
Cerca de cinco mil personas han coreado lemas para exigir el fin de los muros que impiden el ejercicio de los derechos de los migrantes. En dicha marcha, que discurrió entre Legazpi y Atocha a las 12 del mediodÃa en medio de un ambiente festivo y reivindicativo, ha estado presente una representación de las principales fuerzas sindicales, partidos polÃticos de izquierdas, de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAV), asà como de asociaciones de migrantes y de derechos humanos. Sosteniendo la pancarta que la encabezaba han estado los miembros del Comité Internacional del FSMM, asà como el secretario general y el presidente de CEAR, y el alcalde de Rivas Vaciamadrid, ciudad que ha acogido un acontecimiento de gran repercusión social.
Los manifestantes han atravesado un muro de tela, situado a la entrada de la Plaza de Carlos V, como sÃmbolo de la necesidad que urge hoy en dÃa de derribar las barreras fÃsicas, legales y psicológicas con los que se impide a las personas migrantes acceder a los paÃses ricos.
Al final del acto la portavoz de organización boliviana y un representante de un colectivo de inmigrantes de Senegal han leÃdo el manifiesto con el que la Asamblea de Movimientos trató de resumir ayer el espÃritu del Foro Social Mundial de las Migraciones que volverá a celebrarse en Quito (Ecuador) dentro de dos años.
Segunda Declaración de Rivas
Asamblea de los Movimientos Sociales
Reunida durante el III Foro Social Mundial de las MigracionesHoy, cuando conmemoramos los sesenta años de la Nakba palestina, los 20 años del inicio de las muertes en el Estrecho de Gibraltar, los 35 años del golpe militar contra el gobierno democrático de Salvador Allende; cuando esa misma legitimidad está gravemente amenazada en Bolivia y convoca nuestra conciencia y solidaridad, y cuando celebramos los 60 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, nosotros, mujeres y hombres que somos parte de más de dos mil movimientos y organizaciones sociales de noventa paÃses del planeta, nos reunimos en Rivas Vaciamadrid (España), del 11 al 14 de septiembre de 2008, bajo el lema
NUESTRAS VOCES, NUESTROS DERECHOS, POR UN MUNDO SIN MUROS
Nuestras Voces
Somos personas y organizaciones de migrantes, desplazados/as y refugiados/as; vÃctimas del tráfico de seres humanos y la trata; somos también movimientos y organizaciones sociales trabajando junto a ellos; somos sujetos individuales y colectivos que, preocupados por el hecho migratorio comprendido en su integralidad, nos hemos ocupado de desarrollar acciones comprometidas con la transformación radical de las condiciones en las que los seres humanos se han visto obligados a migrar, desplazarse o refugiarse .
Nosotras, las personas migrantes, desplazadas y refugiadas y nuestras organizaciones, nos constituimos en un nuevo sujeto polÃtico y en una fuerza social mundial que se consolida en este III Foro Social Mundial de las Migraciones. Por todo lo anterior y con legÃtimo derecho, levantamos nuestras voces para decir:
No al creciente deterioro de las condiciones de vida que impacta a la mayorÃa de las personas del planeta, en el norte como en el sur global y que impacta de manera especial a las personas migrantes, refugiadas y desplazadas de los diferentes continentes, y muy especialmente las de los pueblos palestino, saharaui, colombiano, sudanés e iraquà y a las polÃticas cómplices de Estados Unidos, Europa y España en particular.
No a las migraciones forzadas de los pueblos indÃgenas como resultado de la expropiación de sus tierras y de los megaproyectos agroindustriales, que traen como consecuencia el desarraigo y la destrucción de sus culturas.
No a las diferentes manifestaciones de racismo en contra de las personas y comunidades migrantes en todos los continentes y particularmente, en contra de las personas de Africa Negra y la comunidad latina en los Estados Unidos
No a la reproducción y el fortalecimiento de un sistema patriarcal que, en el contexto de la feminización de las migraciones, profundiza aun más la asimetrÃa de género ya existentes, y se traduce en la continuidad de la ubicación de la mujer en trabajos relacionados al ámbito privado y al cuidado de otros, en condiciones de esclavitud.
No a los proyectos que estigmatizan, segmentan y excluyen a las personas migrantes y sus familias y deterioran el tejido social comunitario y organizativo. Rechazamos la pretensión de transformar las remesas en sustituto de polÃticas estatales de desarrollo en los paÃses de origen y en refuerzo al circuito financiero del capital, ampliando aún más las históricas asimetrÃas sociales, polÃticas, económicas y culturales.
No al discurso mediático convencional que desde los estereotipos, refuerza la criminalización y la victimización de las personas migrantes como discurso hegemónico; a la xenofobia, la discriminación y el racismo que se propaga desde ellos y que acrecienta esas conductas y prácticas en las sociedades y paÃses de tránsito y destino de personas migrantes.
No a la globalización capitalista, neoliberal, concentradora y excluyente, depredadora del ser humano y de la naturaleza y que en su conjunto representa la causa fundamental de las migraciones contemporáneas.
Nuestros Derechos
Somos sujetos que nos hacemos cargo de procesos; analizamos e interpretamos la compleja realidad del hecho migratorio, desde el lugar del ser humano, su dignidad y la integralidad de nuestros derechos humanos; imaginamos y ponemos en marcha iniciativas múltiples y diversas y apostamos por nuestro protagonismo histórico, por la construcción de otra realidad:
En las condiciones actuales del capitalismo mundial, las personas migrantes somos una muestra evidente de las desigualdades económicas y sociales entre los paÃses y dentro de los paÃses. Situación que se profundiza por la sincronÃa de una crisis mundial, multidimensional: económica, ambiental, alimentaria y energética.
La construcción de muros geográficos, polÃticos, legales y culturales, como la directiva europea de "la vergüenza", y otras leyes públicas y disposiciones oficiales similares, son una estrategia criminalizante que, en aras de la mayor rentabilidad del capital internacional, elimina todos los derechos humanos. Para ello se recurre, además, a la externalización de fronteras, la internalización mental a través de la persecución, el hostigamiento y las deportaciones; las detenciones arbitrarias, la impunidad policial fronteriza y los centros de internamiento, donde la violación de los derechos humanos es cotidiana
Insistimos en que los acuerdos laborales bilaterales y regionales inspirados en el modelo filipino de programas temporales de trabajadores huésped que, al impedir el arraigo, anula cualquier posibilidad de reivindicar sus derechos, propiciando la sobreexplotación y deshumanización de las personas trabajadoras, cumplan plenamente con las obligaciones establecidas en los convenios 97 y 143 de la OIT; sin lo cual se profundiza el deterioro integral del Trabajo Humano, con pérdida de su valor salarial, social y jurÃdico, convirtiendo a las personas migrantes en mercancÃas.
Afirmamos la necesidad de defender, reivindicar, extender, frente al trabajo forzado, esclavo y precario, el trabajo digno para una vida digna, que integre libertad, igualdad de trato y contraprestaciones negociadas adecuadas para todas las personas trabajadoras.
Valoramos las iniciativas de economÃa solidaria que fortalecen el tejido asociativo y contribuyen a procesos de economÃa social y desarrollo integral de las personas. Rechazamos su utilización como instrumento para negar el derecho a migrar.
Promovemos la ciudadanÃa universal y ratificamos el derecho de las personas a la libre movilidad como establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por un mundo sin muros
Un mundo sin muros es una condición esencial para construir otro mundo posible; el cumplimiento pleno de los artÃculos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos es una exigencia y nos compromete a continuar en nuestra lucha por los derechos de todas las personas migrantes.
Por ello exigimos:
la firma, ratificación y puesta en práctica de la Convención Internacional sobre los Derechos Humanos de los Trabajadores Migratorios y sus Familias por parte de los Estados que no lo han hecho. Saludamos a los Estados que la han ratificado y demandamos adecuen su marco normativo nacional a las exigencias de la Convención. Saludamos el compromiso por parte de los gobiernos municipales iniciado por el gobierno de Rivas Vaciamadrid de trabajar en la campaña a favor de la ratificación.
el establecimiento de un mandato o procedimiento especial dentro del sistema de la ONU para suplir los vacÃos en los instrumentos existentes de protección de las personas migrantes, CMW (Comité de Trabajadores Migratorios), relator especial, ACNUR y el representante especial para las personas desplazadas internas.
la derogación de la directiva de retorno de la UE, asà como de todos los instrumentos legales que permiten la detención de migrantes en el mundo; el desmantelamiento del Frontex y de todos los dispositivos policiales y militares que securitizan las polÃticas migratorias y la fiscalización por parte de organizaciones sociales de los centros de internamiento, hasta su cierre definitivo.
que las fronteras del mundo dejen de ser espacios de impunidad en los que las personas migrantes son objeto de todo tipo de violaciones, crÃmenes y obligados a asumir riesgos que ponen en peligro su vida. Demandamos que los paÃses de origen, tránsito y destino, asuman su responsabilidad para revertir esta situación.
la regularización de todas las personas migrantes sin papeles en todo el mundo.
el reconocimiento de otras formas de persecución y la ampliación jurÃdica de las causas que se reconocen como asilo, refugio y trata de personas, garantizando que las solicitudes y los procedimientos cumplan con todo lo que prevé la ley y centren los derechos humanos de estos colectivos. Igualmente, demandamos el cumplimiento de las condiciones que el Derecho Internacional exige para el retorno de los refugiados.
la denuncia de todos aquellos convenios de expulsión, generalmente impuestos a los Estados de origen o tránsito, que a menudo conllevan graves violaciones de los derechos, ruptura familiar, represalias de las autoridades del paÃs de origen y un grave desarraigo de las personas migrantes.
la anulación de los acuerdos y claúsulas de re-admisión y el cese de toda negociación de acuerdos de este tipo entre la Unión Europea y los paÃses terceros y entre los paÃses terceros.
la promoción de las personas y comunidades migrantes para que se organicen, se rebelen, denuncien toda forma de dominación y explotación y hagan valer sus derechos, fortaleciendo sus organizaciones y las redes de apoyo mutuo.
el cumplimiento de la legislación internacional que garantiza la protección adecuada de los niños y niñas que son parte importante de los flujos migratorios internacionales.
la incorporación en nuestras luchas de la reivindicación de una justicia medio ambiental y el reconocimiento y protección jurÃdica de los refugiados que provoca el cambio climático y la destrucción del medio ambiente, urgiendo un nuevo orden mundial que promueva la dignidad humana de todas las personas, en sintonÃa con las potencialidades de nuestro planeta tierra.
la aplicación de polÃticas encaminadas a garantizar la igualdad de oportunidades profundizando mecanismos de inclusión que no dependan de la situación administrativa de las personas migrantes; de polÃticas que integren, en los servicios públicos, la diversidad cultural de las personas migrantes en los servicios públicos; de polÃticas a largo plazo para la integración de los jóvenes y para el avance en la equiparación de derechos para los colectivos migrantes de LGTB y sus familias.
el derecho al voto en el ámbito municipal y la participación activa en la definición de los planes locales de desarrollo y el respeto a la autonomÃa de las organizaciones y movimientos sociales, de tal manera que el ejercicio pleno de la ciudadanÃa de las personas migrantes sea efectivo.
la participación polÃtica del migrante para incidir, tanto en la polÃtica interna como en la polÃtica externa, de un paÃs de llegada, a favor de su paÃs de origen, visibilizando los beneficios que las personas migrantes traen, constituyéndose en sujetos activos.
la continuación del proceso de redacción colectiva de la Carta de los Migrantes asà como la de todos aquellos procesos e iniciativas que signifiquen el fortalecimiento de la defensa de los derechos de las personas migrantes.
la multiplicación y fortalecimiento de medios de comunicación democráticos, incluyentes que, desde las voces de las personas y comunidades migrantes, reflejen adecuadamente la complejidad de la migración.
Queremos recuperar la dimensión del sujeto humano, de la dignidad humana evitando que la lógica mercantil afecte nuestra relación como movimientos sociales. Asumir que nuestra identidad como migrantes, refugiados y desplazados no niega nuestras otras múltiples identidades y luchas.
Migrar no es un delito, delito son las causas que originan las migración. Levantemos nuestras voces, defendamos nuestros derechos, luchemos juntos por construir un mundo sin muros.